La sencillez es la actitud que impregna todas las acciones y relaciones dentro de la comunidad educativa. Inspirada en el ejemplo de humildad y naturalidad de Marie Poussepin, esta característica se refleja en una educación sin artificios, cercana y auténtica. La sencillez facilita ambientes cálidos, en los que cada estudiante es valorado en su humanidad y donde se fomenta la honestidad, la claridad y la convivencia basada en el respeto mutuo.
 
		